Todo resultó una mentira.

A sus 11 años, el pasado 18 de marzo dijo a sus padres y al director de su colegio, el Aldovea de La Moraleja, que le habían intentado secuestrar a la salida del centro.

La familia interpuso una denuncia al día siguiente, a las once de la mañana, en dependencias de la Policía Nacional. El pequeño, de sexto de Primaria, narró los hechos junto a su padre sin dudar ante los agentes.

El Grupo de Menores de Alcobendas se hizo cargo de la investigación.

Revisó las grabaciones de las cámaras de la zona y el relato del chico no cuadraba con lo que decían las imágenes.

Ante este hecho, el menor fue citado para una nueva declaración el pasado miércoles, 26 de marzo, y entonces se derrumbó.

«Todo me lo he inventado. Quería llamar la atención. Pido perdón por la alarma social que haya podido crear y por las molestias ocasionadas a la Policía y mi familia».


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