Las
quemaduras son unos de los accidentes domésticos más frecuentes en niños y bebés que en la mayoría de los casos son evitables.
Prevenir las causas más habituales y saber cómo realizar los primeros auxilios en caso de quemaduras es muy importante para minimizar en lo posible los daños.
¿Cómo prevenir los accidentes por quemaduras?
La mayoría de las quemaduras que se producen son evitables y se producen por la curiosidad natural y falta de previsión de los niños y bebés.
Conocer cuáles son las causas de quemaduras más frecuentes, ayuda a los padres a tomar las medidas de precaución y prevención adecuadas:
- Contacto con
objetos muy calientes: Vitrocerámicas, planchas, rizadores de pelo.
- Contacto con
Estufas, braseros, chimeneas..
-
Escaldaduras por líquidos muy calientes: tazas de café, platos de sopa, al sacar algo caliente del microondas
-
Por electricidad: enchufes y aparatos eléctricos enchufados.
-
Rayos solares: permanecer bajo el sol sin la protección adecuada o ante las horas centrales del día.
-
Ingestión de Productos químicos: ácidos, limpiadores de tuberías, blanqueadores) o por salpicaduras de los mismos (sosa caustica..)
-
Por fricción (al bajar por ejemplo por un
tobogán caliente bajo el sol en verano…)
¿Qué tipos de quemaduras hay?
Las quemaduras se clasifican de acuerdo a la profundidad y el daño producido sobre las distintas capas de la piel.
De primer grado:
Son las más
leves. Afectan sólo a la capa superficial de la piel. Se caracterizan por la inflamación, enrojecimiento y dolor, pero no presentan ampollas. El tiempo de curación varía entre los 3 y 6 días.
De segundo grado:
Afectan hasta la capa que está debajo de la superficial de la piel. Se caracterizan por enrojecimiento,
aparición de ampollas y bastante dolor. El tiempo de curación es más amplio lógicamente que en el caso anterior, y varía dependiendo de la gravedad de la quemadura.
De tercer grado:
Afecta hasta la capa más profunda de piel, además del tejido subyacente. Son las de
mayor gravedad. Los nervios pueden resultar dañados, por lo que puede ocurrir que no exista dolor inicial, debido a la pérdida de sensibilidad. El tiempo de curación está determinado por la gravedad de la quemadura.
En cualquiera de los casos, una vez aplicados los primeros auxilios que vemos en el punto siguiente, en caso de
quemadura conviene
acudir al médico lo antes posible.
¿Qué se debe hacer en caso de quemadura?
Ante la quemadura de un niño, es aconsejable
solicitar asistencia médica de inmediato, pero como medida de
primeros auxilios y a fin de evitar lesiones mayores, es muy importante tener en cuenta lo siguiente:
- Lo primero y muy importante es
MANTENER siempre la CALMA. Ponernos nerviosos no hará más que poner nervioso también al pequeño y agravar la situación, pudiendo no actuar de la forma más adecuada con las consecuencias que ello podría tener.
-
Alejar al niño o bebé de la fuente de calor.
- Dar
aviso a los servicios médicos o de urgencia rápidamente en los casos de gravedad: Telf 112
-
Socorrer poniendo siempre y
cuanto antes la zona afectada en agua fría a efectos de descender lo más rápido posible la temperatura de la zona. De este modo lo que vamos a lograr es evitar que el calor se propague a áreas más profundas de la piel.
- Si se pone la zona bajo un chorro de agua fría, hay que tener
cuidado de que la presión del agua no dañe la herida.
-
Mantener todo el tiempo que sea preciso la
zona dañada en agua fría. Si es necesario traslado al Centro médico, se puede utilizar un recipiente de agua en el que permanecer con la zona afectada en frío.
- Si la
zona quemada es pequeña, podemos
cubrirla con una venda estéril sin ajustarla.
-
Si las quemaduras son de segundo o tercer grado, mantendremos al niño acostado y con la zona quemada elevada hasta la llegada a la asistencia médica. Retirar con mucho cuidado la ropa o accesorios que se encuentren en la zona. (Se recomienda cortar la ropa para evitar mayores molestias)
- En caso de
quemaduras por fuego, debemos sofocarlo inmediatamente, haciendo que el niño ruede sobre el piso, mientras lo cubrimos con una manta o chaqueta. Mientras procedemos a enfriar la zona, retiraremos si es posible con mucho cuidado y precaución la ropa quemada y todo objeto que pueda perjudicar la herida.
- En caso de
quemaduras por electricidad, lo primero que debemos hacer es
cortar el suministro de corriente y retirar al niño de la zona. Solicitar asistencia médica. Lavar la zona quemada con agua corriente suave durante varios minutos. Una vez que estamos lavando la zona quemada, podemos retirar la ropa de la zona.
¿Qué NO SE DEBE hacer nunca?
-
No se debe colocar hielo nunca directamente sobre la quemadura, ya que podría provocar una quemadura mayor.
-
Sólo hay que enfriar las zonas quemadas o afectadas, no al paciente entero.
-
No aplicar remedios caseros como untar la zona con manteca, grasa, rodajas de tomate o pepino, pasta de dientes, etc., ya que lo único que hace es aumentar el riesgo de infección.
- En caso de
ingestión de
productos químicos corrosivos,
no provocar el vómito. Esto podría generar que los daños en esófago y demás fuera aún mayores.
-
Nunca romper las ampollas, pues el líquido que contienen protege de la posible infección. Al romperlas abrimos una puerta para la entrada de gérmenes.
-
Despegar la ropa o cualquier otro elemento que esté
pegado a la piel.
-
Dejar sola a la víctima. En caso de tener que ir a pedir ayuda, la llevaremos con nosotros, siempre que sus lesiones lo permitan.
- En caso de que su
ropa esté ardiendo,
no se deben apagar nuca las llamas de la persona
con agua. Siempre se deben apagar haciendo que ruede o cubriéndolas.
En cualquier caso, no se debe olvidar nunca que el mejor tratamiento es una buena prevención.