«No puedo creer que nacieran así, es increíble, no sé como explicarlo».

Estas fueron las palabras de la estadounidense Sarah Thistlethwaite cuando, después del parto, se percató de que sus dos hijas gemelas –Jillian y Jenna- habían venido al mundo de una forma totalmente conmovedora: agarradas de la mano como dos buenas hermanas.



Los médicos informaron de que sus hijas eran monoaminióticas o «mo mo», es decir, gemelas iguales que se gestaron en el mismo saco amniótico y compartieron la misma placenta.

Esta dificultad médica, que suele producirse en un 3% de los nacimientos, puede provocar en ciertos casos dificultades a la hora del parto si los dos cordones umbicales de los pequeños se cruzan.

A pesar de todo, ha habido un final feliz para Jillian y Jenna quienes, a pesar de haber sido ingresadas y observadas detenidamente durante el día debido a algunas dificultades respiratorias, han sido diagnosticadas como absolutamente sanas.