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Dogi, especializada en la fabricación de tejidos elásticos, ha confirmado que prevé, “siempre y cuando se consigan los objetivos marcados, volver a cotizar a finales de 2013”. La compañía ha comunicado que mantiene conversaciones con la CNMV para poder reiniciar su cotización.
En la última junta general de accionistas, la empresa, cuya cotización está suspendida desde su entrada en concurso de acreedores en 2009, aprobó una reducción de capital de 19,72 millones de euros para compensar unas pérdidas acumuladas de 20,58 millones de euros y poder restablecer su equilibrio patrimonial.
Este cambio se realizará mediante la reducción del valor nominal de todas las acciones de la compañía, que pasarán a tener un valor de 0,1 euros. En consecuencia, el capital de Dogi se establece en 6,57 millones de euros.
En una entrevista concedida a Modaes.es, el director general de Dogi, Ignacio Mestre, explicó que la compañía necesita entre ocho millones y diez millones de euros para asegurar su viabilidad. Estos recursos los debe captar en 2013.
La familia Domènech, fundadora de la empresa, se mantiene como accionista mayoritario del grupo, con un 29,5% del capital.
La compañía cerró el primer trimestre el ejercicio con unas pérdidas de 1,49 millones de euros, lo que supone una reducción del 29% respecto a las pérdidas de 2,1 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior.
La estructura de Dogi está compuesta actualmente por una planta de producción en El Masnou (en Barcelona), donde trabajan 200 personas, y otra en Greesnborough (Estados Unidos), con una plantilla de 178 trabajadores.
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