Hola.
Ayer volví a llamar a la compañía con la que mi padre tiene contratado el seguro multirriesgo del hogar. Primeramente me dicen que aunque entre las coberturas figura la reclamación de daños (defensa jurídica) ellos no se hacen cargo de los gastos de la defensa jurídica. Insisto y les digo que he visto en su página web que ponen que en el caso de que el asegurado sea un peatón atropellado por una bicicleta sí esta cubierto, y les pregunto qué sucede si en lugar de ser una bici es un coche. Me tienen al teléfono 5 minutos largos y al rato me dicen que sí que cubre. Con lo cual llego a la conclusión de que no tienen ni p... idea. Me torean como a un ignorante. De primeras, me dicen que no y cuando insisto, consultan y rectifican. ¿Tanto cuesta decir "tengo que consultarlo, no lo sé seguro"? No, es mejor "espantar" al asegurado, decirle que no y si se lo traga, uno menos al que hay que abonarle. De juzgado de guardia. La compañía se llama Seguros Lagun Aro.
Visto lo visto, hemos dejado la defensa jurídica del caso en manos de un abogado particular de confianza para mi padre (ya le ha atendido en alguna otra ocasión). Sabemos que habrá que pagar los honorarios del abogado pero mi padre estará más tranquilo. Posteriormente, trataremos de repercutir la minuta del abogado particular a Seguros Lagun Aro.
A todo esto, ayer llamó por teléfono el conductor que atropelló a mi padre, tras 16 días desde el accidente. Se sorprendió de que mi padre le dijera que estaba un poco dolido por el poco (nulo) interés que mostró por su salud, y se excusó diciendo que estaba muy liado en el trabajo. Creo que esta respuesta le define claramente (biológicamente, mayor de edad; mentalmente, un niño grande).
El atropello sufrido por mi padre me ha servido para enterarme de cómo funciona el mundo de los seguros. Y mi experiencia es muy negativa y desoladora. No se libra ni uno de ellos. Nos tratan a los asegurados como auténticos ignorantes. Por una parte, como tomadores del seguro tenemos parte de culpa porque no pedimos que nos informen de todas las coberturas y el significado de cada una de ellas, pero tampoco las compañías aseguradoras se esfuerzan por informar al cliente de lo que va a contratar. Hay mucho camino por recorrer.
Mi padre sigue mejorando, pero todavía le queda como mínimo un mes de escayola. Ahora toca esperar a que se cure la muñeca y le den el alta. Habrá que tener paciencia.
Espero que este hecho y sus circunstancias no le sucedan a nadie más.