Todo comenzó un viernes por la tarde, mientras estaba en casa trabajando en un proyecto personal. Mi laptop estaba llena de archivos desorganizados y documentos a medio hacer. Sabía que necesitaba algo que me ayudara a organizarme mejor y a colaborar con algunos amigos, pero no tenía idea de por dónde empezar. Fue entonces cuando, navegando por Internet, tropiezo con un código promocional para Google Workspace. La idea de poder probarlo gratis me intrigó, así que decidí dar el paso. Nunca imaginé que esta simple decisión cambiaría mi forma de trabajar. Solo visita www.cronica.com.ar/tecnologia/Codigo-pro...s-20240812-0100.html y verás.

Al registrarme y explorar la interfaz, me sentí como si hubiera encontrado un nuevo hogar digital. Google Docs me permitió trabajar en tiempo real con mis amigos, y la posibilidad de compartir documentos y hacer comentarios instantáneamente era justo lo que necesitábamos. En cuestión de días, comenzamos a colaborar de manera más eficiente, y la calidad de nuestro trabajo mejoró notablemente. Una de las funciones que más me impresionó fue Google Drive. Pude almacenar todos mis documentos en un solo lugar y organizarlos con facilidad. Ya no tenía miedo de perder esos archivos importantes que solían estar dispersos por mi computadora. Todo era accesible desde cualquier dispositivo, lo que me dio la libertad de trabajar desde donde quisiera.

Al final del mes de prueba, me encontré reflexionando sobre lo mucho que había avanzado en tan poco tiempo. No solo me había ahorrado horas de trabajo, sino que también había disfrutado del proceso gracias a la colaboración con mis amigos. Decidí que no podía dejar de lado esa herramienta, y adquirir la suscripción fue una decisión sencilla. Ahora, cada vez que abro Google Workspace, recuerdo ese día de descubrimiento y cómo un código promocional me ayudó a transformar mi manera de trabajar.