Recuerdo que al principio, mi enfoque era solo en crecer y vender, pero pronto comprendí que para destacar en un mercado saturado, debía incorporar algo más: responsabilidad social. Empecé a automatizar mis campañas de email, enviando mensajes programados que mostraban cómo mi empresa contribuía a causas sociales y sostenibilidad. La
automatización de campañas de email me permitió mantenerme presente en la mente de mis clientes de manera constante y con contenido relevante, sin esfuerzo extra. La parte más gratificante fue ver cómo estos esfuerzos no solo mejoraron la percepción de mi marca, sino que también generaron lealtad y orgullo entre quienes confiaban en mí. Hoy sé que combinar una responsabilidad social auténtica con campañas automatizadas, potencia la imagen y el impacto, haciendo que mi negocio sea más humano y eficiente a la vez.