Comentario enviado por Alberto H:
Mi humilde opinión. Para poder coexistir dos tipos de libertad se tiene que asegurar que ninguna de las dos se sobrepone sobre la otra. Así, y en este caso, respeto que el fumador fume por supuesto, hoy en día ya saben los riesgos que asumen, y si con sus impuestos sobre el tabaco financian los costes médicos derivados de su habito, pues bien. Me parece bien que haya locales de solo fumadores, pero en tal caso, se debe certificar que no entran menores, que los empleados son fumadores y aceptan libremente trabajar en ese ambiente (Como lo hace uno en la industria química).
A los no fumadores, que no fumen faltaría más, pero que no conculquen el derecho de los que lo hacen, no porque hasta ahora se haya permitido legalmente convivir creando perjuicios a los no fumadores, la ley de ahora debe convertirse en una vendetta contra ellos. Solo debe corregir el agravio comparativo y ya esta.
Lo de los puestos de trabajo etc... Aunque en un principio es lógico que nadie quiera perderlos, lo que no se puede hacer es por solo eso, perpetuar situaciones o conductas dañinas a terceros, por lo que eso no seria motivo para frenar una ley que pretendiera corregir una situación difícilmente justificable solo con el argumento laboral, ya que por esa regla de tres, habría mucha gente mucha más, perjudicada de forma colateral (su salud).
En fin, respeto, respeto y sensatez.