Según
expansión:
Los ayuntamientos más afectados por la crisis –sobre todo, los más dependientes del maná inmobiliario– están buscando vías para sobrevivir a la falta de recursos y mitigar la sequía de sus arcas.
La última fórmula es a la vez imaginativa, legal y, cuando menos, polémica. Los alcaldes se han lanzado a amenazar a los bancos y las cajas de ahorros con expropiarles los suelos sin urbanizar o los solares sin edificar, si no los desarrollan.
Vamos, que les obligan a edificar para poder recaudar, y les importa 3 pepinos la situación económica de la entidad financiera y que hay un cantidad inmensa de inmuebles sin vender.
Si estos edifican, se endeudarán más, darán menos financiación (sólo a sus propias promociones) y los bancos y cajas se convertirán un poco más en inmobiliarias.
Cuando una persona quiera compra una vivienda, necesariamente tendrá que acogerse a la hipoteca que ofrezca el que venda la vivienda.
Lo único bueno, es que seguramente haga bajar aún más el precio de las vivienda.
Salu2.