Las personas pueden clasificarse en dos categorías. Los que están orientados a tener una relación y los que no. Hombres y mujeres por igual, realmente creen que son aptos para una relación de pareja.

Piensan que tienen todo a su favor. Son saludables emocionalmente, físicamente, espiritualmente y financieramente.

Quieren tener un núcleo familiar tradicional en un hogar con dos padres, donde ambos puedan crecer como individuos y también juntos como uno solo. Pero hay una diferencia clave entre las personas orientadas a la relación y el resto del mundo.

Para los orientados a tener una relación, la relación es lo primero. Las personas tienen distintos tipos de orientaciones, son orientadas a una carrera, a la familia, a la sexualidad, a la espiritualidad, etc.

Es tu orientación la que determina tu carácter, y no todos los tipos de carácter son propicios para las relaciones. Ha habido un gran debate en extensos estudios sobre qué tipos de caracteres son "productivos" y cuáles "improductivos".

Según Erich Fromm, un psicoanalista neofreudiano, el tipo de personalidad se basa en dos necesidades primarias: Libertad y Pertenencia.

Kendra Cherry, hizo un excelente trabajo al resumir esa filosofía en verywell.com, que parafraseamos a continuación.

Fromm determinó que hay cinco tipos de personalidad y todos pertenecemos a uno de esos tipos. 4 de éstos 5 son "improductivos", o en el contexto de las relaciones, contraproducentes.

Carácter receptivo
El tipo receptivo necesita constantemente apoyo; emocionalmente, financieramente, etc. Tienen tendencia a ser pasivos, necesitados y completamente dependientes de los demás.

Aunque éstas personas requieren constante apoyo, rara vez corresponden de la misma manera. Las personas con este tipo de carácter tienden a carecer de confianza y les resulta difícil tomar decisiones por sí mismas.
Tienden a crecer con padres dominantes o figuras dominantes.

Carácter explotador
Estas personas tienden a engañar y retorcer a los demás para satisfacer sus necesidades egoístas. Regularmente buscan conocer personas con baja autoestima o mentirán sobre amar a alguien que realmente no les importa.

Toman lo que quieren mediante el engaño o la fuerza, y explotarán a otros si es necesario.

Carácter de acaparamiento
Estas personas se enfrentan con la inseguridad al no desechar ni renunciar a nada. A menudo reúnen objetos sin sentido y se preocupan más por sus posesiones materiales que por las personas.

Carácter de marketing
Estas personas ven relaciones en términos de “que hay para mí”. Se enfocan en casarse con alguien por su seguridad financiera o estatus social y tienden a ser superficiales y ansiosos.
Son oportunistas y capaces de cambiar sus valores y creencias, dependiendo de si creen que se les dará lo que quieren.

Carácter productivo (orientado a la relación)
La persona productiva (orientada a la relación) toma energía negativa y la canaliza hacia la productividad. Se enfocan en construir relaciones amorosas, enriquecedoras y significativas con otras personas.

Esto se aplica no solo a las parejas románticas, sino también a otras relaciones con la familia, los amigos y su comunidad. A menudo se los describe como una buena persona, padre, hermano, amigo, compañero de trabajo, jefe o empleado.

Para bien o para mal, si este no es su tipo de carácter natural, pero aún deseas tener una relación sana y feliz, considera combinar y desarrollar una forma natural y saludable de lidiar con la ansiedad que resulta del conflicto entre tu necesidad de libertad y tu necesidad de pertenencia.